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¿ A quién?

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La osteopatía puede tratar pacientes de todas las edades, desde recién nacidos hasta personas de edad avanzada. Cabe subrayar  que un embarazo no es ningún impedimento para un tratamiento osteopático. 

Los componentes anatómicos de esta unidad que es el cuerpo,  que pueden inducir o albergar una lesión de alcance osteopático son los siguientes: 

 

El tejido conjuntivo (ligamentos, fascias, aponeurosis)

Como su nombre lo indica, es el sistema que une todos nuestros componentes los unos a los otros, sean duros o blandos. De la misma manera que la piel envuelve el exterior del cuerpo, el tejido conjuntivo envuelve su interior, el esqueleto y los órganos. Es el que dirige y transmite las fuerzas mecánicas que recorren nuestro cuerpo, procedentes de la gravedad a la que estamos sometidos en todo momento, y de nuestra respuesta motriz a la misma. Junto al esqueleto, es la infraestructura del edificio humano.

 

 

Un ejemplo lesional:

El pie es la estructura que nos une al suelo, y permite adaptarnos a sus irregularidades, es la base de referencia para el resto del cuerpo. Un banal esquince de tobillo, puede más allá de la fase aguda y dolorosa, alterar de manera duradera la mecánica del pie, y con ella nuestro contacto con el suelo. Es el sistema conjuntivo que se encarga de llevar esta “información” errónea a otras estructuras del cuerpo, para que ellas intenten sustituir la función adaptativa perdida del pie. Lo cual a la larga originara una cadena de manifestaciones  que pueden incluso apartarse mucho de la zona de dolencia original, y favorecer la aparición de problemas variados.

 

El sistema circulatorio (arterias, venas, sistema linfático, mucosas)

Este tejido transporta a todo el cuerpo los elementos nutritivos indispensables a su vida, y luego, recoge los ya utilizados para eliminarlos. En resumen nutre y limpia el organismo. Por lo tanto, tiene un papel fundamental en el mantenimiento de nuestras defensas. El aspecto vascular es particularmente importante en la región abdominal, y en sus patologías. Es la tubería del edificio humano.

 

Un ejemplo lesional:

Las reglas dolorosas son desgraciadamente muy comunes. Los origines de este problema son variados, pero casi siempre se observa una debilidad del sistema regulador de la circulación en la esfera ginecológica, desembocando habitualmente en una congestión de la misma.  Lo cual se suele manifestar  por un dolor abdominal profundo, a menudo irradiante en la región pélvica y lumbar, sin hablar del malestar general.

 

El sistema nervioso  (cerebro, medula espinal, nervios)

Se trata de una red muy intricada y extendida que transmite las ordenes desde nuestros centros neurológicos al resto del cuerpo, y viceversa. Estas informaciones neurológicas sirven para activar y coordinar nuestra motricidad (andar, dibujar, hablar) nuestra sensibilidad (sentir el calor, el frio, el dolor) y también las funciones vitales autónomas del sistema vegetativo, que queda esencialmente fuera de nuestra conciencia y de nuestro control (digerir, secretar, respirar) Es el circuito eléctrico del edificio humano. 

Un ejemplo lesional:

Una disfunción lumbar o pélvica puede doler localmente, pero también puede reflejarse a distancia en varias zonas de las piernas según el nivel de la lesión (ciatalgia, cruralgia) Así mismo se observan frecuentemente disfunciones segundarias en la zona correspondiente del sistema digestivo (estreñimiento, espasmos intestinales) o ginecológico (dolor de reglas, de relaciones, algunos casos de infertilidad)

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